miércoles, 23 de marzo de 2016

Todo rico, rico… y ahumado

En un lujoso restaurante de Milán, la señora Claypool, una viuda ingenua y adinerada con porte aristocrático, lleva esperando una hora a su compañero de cena, Otis B. Driftwood. El camarero se presta a buscarlo para lo que se desplaza por todo el local vociferando su nombre. Resulta que el caballero, de cejas pobladas, enorme bigote y gafas de cristal, estaba sentado en la mesa de al lado departiendo con otra mujer enarbolando un formidable habano del que salen enormes humaradas. El señor Driftwood rápidamente cambia de pareja para dejarse invitar por Mrs. Claypool.